domingo, 1 de mayo de 2011

Exterior...

    Cómo sería si se deforma el lugar, se intercambia el género y sonreímos mientras sentados conseguimos escribirlo, podría ser como se presentará:
    Desde dónde, en una esquina, en un lugar en el que se tocan unas diferencias abruptas, con luz de una estrella desplazada por un brío nocturno. En ese 'dónde' se encontraba cercano un ente femenino que expandirá la historia, empujando su tiempo y forzándose a cambiar de espacio, aunque no sola, acompañada de otro ente al que aguarda. La zona de espera era extensa, cabía en él al menos muchas veces (o un número que estaría escrito en notación científica), deambulaban algunos humanos, algunos permanecían dentro de aquel sitio. Sentada y no habiendo agrupado copiosos minutos como deambulante llegó quien esperaba.
   Un saludo, una mirada, una decisión de acciones afines para comenzar a caminar. Recordando lugares usuales y hechos peligrosos por un correveidile, vieron en las formas de llegar un sitio que no incluyese a un peligroso cuentero. Dirigiéndose hacia la excusa de la salida, pasaron por idearios pobres, por lugares con terroríficos alimentos que pretendían controlar afroamericanos para conseguir la dominación de la hepatitis, por un puente, entre varios carros, entre asesinos impedidos por su contrato social, cerca a una torre de queso envuelto en masa frita - ésta lanzó dos minienvueltos que fueron atrapados por la pareja- y unas calles disociadas por una campana de Gauss discontinua pasadas se llegó al sitio: pequeño, encaminado, pintado de 700 nm de longitud de onda y una 'f' terrible que sajaba la sensación de cercanía entre ellos. Concluyendo, luego de una conversación de pocas palabras, un vicio podría más que una excusa; caminarán más.
   Se agregaron a los recuerdos otros sitios vistos y unos conocidos que probablemente no deseaban ver. Llegaron a un puesto de intercambio de intercambios de sensaciones,  lograron conseguir un líquido que contenía 13 dg (unidad de medida de intercambios de sensaciones). Se posicionaron en el protegepersonas cercano a una casa de pelotas de fútbol, un guarda acomodado los tomó como compañeros aunque existiera amargura y aversión por la presencia de ambos. Pasaban personas pintándose la estética entre ellas, saludando al guarda y acurrucándose en aquel lugar. El líquido por sus sistemas comenzó a recorrer, se hablaron nimiedades, tonterías y sentimientos que se lanzaban tras el otro, la conciencia trastabillaba queriendo huir del exceso de inmaterialidad que sentían mientras se acompañaban... La prolongación tal vez quería darse, quería estar, tal vez se deseaba terminar por cansancio, por exceso, pero no por una acotación de un ajeno, había que volver a la excusa, al lugar con la 'f' nauseabunda. Temblando y caminando por las palabras y los caminos anteriores, regresaron al sitio excusa, habiendo tenido muchas máculas en las reminiscencias de lo sucedido. Recogiendo un padre, a una chica y desapareciéndola de donde podía él -el chico- verla. Y de ella, este relato más no puede contar, aunque de él haberse mojado por una lluvia grandiosa que logró sentir mientras recuperaba a la cobarde conciencia y regresar a donde él se esconde mucha sorpresa no ha de causar...
   Qué externa se escucha esta palabrería...