domingo, 26 de junio de 2011

Elementos previos para la transfomación Truncada.

      Me aburro, me aburro, y eso es hermoso, del aburrimiento dependo para considerar divertirme, la existencia activa de un opositor puede impulsar un crecimiento que sería relentizado sin él. Ha sido hoy un día sexy, ver una relación lésbica o gay me engaña diciéndome que hay cuestiones agradables entre sitios conservadores. Soy conservador, como lo es un ser humano, como lo es todo humano, y al decir conservador lo digo sobre el ser que tiene algo en su personalidad en "conserva" una non-permanencia que es difícil de retirar; cierto que me he descarado definiendo conservador de un modo que todo humano lograra acomodarse allí. Sólo tener gustos o tener una idea y no su negación hace de un humano un conservador. Creo que mi idea es 'medible' por comparaciones se pueden colocar escalas y blablablá... Que sé que de inmediato no deseo presentar.
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      Los delirios, las alteraciones del resorte normal dibujado como una metáfora en el espacio 2-reales, vibra y ¡vibra! debe moverse debe alterarse, hacia arriba, de lado, con una dirección identificable por un ángulo, puede escapar y hacerse en un espacio 3-reales, ¡eso es un delirio!, hacer ruptura, eliminar la actitud conservadora: ¡Esa es nuestra flagelación con el licor, con una droga, con un espanto, con tirarnos levemente de un lugar, con admirar en lo que no mantenemos! Y los seres humanos muy conservadores se llenan de leyendas evitan así su quietud vivida, al menos su totalismo.
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      Vivir no es sorprendente, esto es obvio, no es axiomático, eeeem, opinión diría. La vida no tiene importancia, esto tampoco es axiomático, aunque tampoco opinión, sí es axiomático que sin un observador los eventos no tienen un sentido asignado, así que si no hay quien observe y le diga un sentido, un acto no tiene sentido... ¿Tendría existencia? parece razonable suponer que es independiente de si existe un observador o no.
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     La verdad sería descarada si quisiera ser mujer, sé que me violaría, se aprovecharía, me manipularía y luego entre sombra -como agradable imagen de adiós- se iría. Esa palabra, esa palabra es ígnea, ¡esa palabra que se busca, que depende de un sistema de un modo, de un observador!, no es sorprendente - podría ser para varios mucho mejor la imagen de una orgía...-. Sé que la busco, que desgasto cargas pensando en una sola vicisitud, en un idioma sin mejorar, en un idioma impreciso; que ha servido gratamente para deleitar la estética, ciertamente es sonoro, complejo y de forma exánime formal; luego busco perogulladas (partecitas de verdad) en sistemas, estos tienen conclusiones o necedades ciertas en él, qué molesto, no hay verdad sin estar enclaustrado en uno. El observador "hace" la verdad, después de crear donde ella reposa...
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    Las zonas no deberían depender de la excitación de los miembros...
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    ¡Elena, Helena, transubtanciación, Dorio, Dorio!
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    ¿Tiene significado, algo?

martes, 14 de junio de 2011

Cabel.

     Cabeza que se hace ruido a sí misma, que tiembla inclinando las ideas, que murmura confundiendo paquetes de palabras; los altera, los revuelve. Cabeza que se confunde con el cerebro, que es un vibrador -morboso o no- pensante, compite con el cerebro, cabeza de cabello, barba y sin sentido. La competencia es simulada, es la creada por un engaño estético, la cabeza contiene al abstracto, pero ella no es abstracta, aunque al paso de otros la cabeza sea la loable, ella sólo se descara por su capacidad de sonreír, posee malicia, le gusta ser principal, le agrada ser tratada, disfruta mientras varía sus expresiones, el cerebro las causa, ella lo disfruta. Los ósculos los reciben los labios -están en la cabeza-, y el cerebro decerrajado disfruta con tiernos cambios de voltaje, pero él es usado, la gran sensación la tiene el estómago. El cerebro sólo es manipulado por la cabeza, también por el estómago, para continuar acercándose a los labios, lo hacen adicto a esperar una sensación semejable a la recibida por la panza. ¡La cabeza humana!, la que tortura, la descarada, la viva, la estúpida, la socializada, la encerrada; nos ahoga en las pesadillas que otras causan y lo hace viendo, usando sólo los ojos para distraer al cerebro, hacer una liana de las dendritas y luego manipularlo o amarrarlo.