Se han ocultado las estructuras, han huido. Respirando vemos con mesura el cambio del hábito. Las palabras expulsadas de eso subrepticio, son opresores del incoar. Fueron ellos, ellos que de nadies existen, que no desearon dejar de innovar, ellos desaparecieron las estructuras. Debieron ser despojados de igualdad, tanto así, para mutilar sus temores y violar manipuladamente sus camelos; corriendo obtuvieron un manto que cubriendo las estructuras inhibión al sitio estructurado de la exactitud.
Tratando, intentando; se ofreció alienar a los opresores, la abstracción hizo bruma entre lo inteligible; en los movimientos de su presencia se reformaba con desenfudada expresión las hileras de las formas; que se proponían efímeras, fútiles, pensables, entretenidas y relajantes.
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