jueves, 23 de septiembre de 2010

Sobre los sentimientos y su imposibilidad de definición.

Usamos nuestros sentimientos para construir los escritos, siempre, mostrando quiénes somos y qué tan ambiguos nos presentamos si el texto se construye prolongado e intermitente. Somos anti subjetivos, aunque se nos presenta esta temática sin aparente rareza y tratamos borrascas de temas, con la autoridad de decir "las personas pueden opinar lo que desean" o "ésta es mi opinión", apareciendo aparentemente la imposibilidad de una verdad general o adquirible innegable por todos de forma voluntaria -retirando los caprichos-. Mas como se sobre entiende en la frase de manera errónea, no se está afirmando la existencia de una afirmación total de cada carácter perceptible y cognoscible por el ser humano -siendo el único con el cual se podría corroborar-, sino la posibilidad de dar una afirmación no concluyente que abarcara la idea en su existencia mínima, sin acoger una posición de algún posible afirmador de un tema cualquiera.
Habiendo que recordar la inexistencia de un concepto sin un detector -nosotros-, debemos decir que existen nuestros conceptos desde fuera -sin el Yo que nos corresponde individualmente-, y ciertamente existen en el entorno estas concepciones, mientras haya quien persista su existencia, mientras un solo ser crea en ellos. Se sigue hablando de los humanos porque en el mismo escrito habría controversia si se diera como cierto que el resto de animales construyen  conceptos. 
Hay un acercamiento a lo expuesto, y son las definiciones que se pueden encontrar en un diccionario, pero, a lo que recurren estas es a un consenso entre un número de personas y una posterior estandarización de la agrupación de palabras de un idioma; esto es útil para reducir la ambigüedad que se presenta al momento de conversar, imponiendo una definición a algún designata -objeto o ente a definir-, pero, en consideración de variadas palabras que su estandarización es un proceso penoso y de efectividad mínima, debiera hacerse un análisis, y conseguir encontrar la informalidad precisa de la palabra no convencionable totalmente.
Hablando cuáles de las palabras pueden tomarse como no convencionables, preferiría acoger lo expuesto por medio de una imagen que hiciera metáfora a la idea que complicar la que se expone con la mera idea expresada de forma lingüística, de ambas maneras sólo se describirá en letras lo que se desea decir; pero se expresa primeramente la imposibilidad de acoger totalidades de forma real -idealmente es posible-, tomando como existentes los sentimientos, nuestras palabras constituyen una referencia que nos remite al sentimiento asignado, pareciera que lo sentimientos son finitos y nombrables además, pero los cambios de humor que se presentan en la persona no son distinguibles en la persona misma cuando está el instante del cambio; se puede visualizar a los sentimientos en un río conformado por ellos mismos, son simplemente una combinación de cada posible sentir, las palabras acogen partes de este río, mas no su completud; las palabras pueden ser referencias de una agrupación sentimental separable de forma suficiente; ahora, de esto no se puede dar un definición acaparable por un grupo de personas y hacerlas una convención, o pudiérase, si el grupo para hacer convención fueran todos los influenciados por la palabra que designa la parte del grupo de sentimientos, un acuerdo...

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