martes, 14 de septiembre de 2010

... Mientras lo dibujaba su historia acababa...

De aquellos experimentos que forman direccionalmente la conducta, caían los conejos rápidamente, eran modificados, su vida se facilitaba. Perdían su ser, le otorgaban por fútiles momentos su permiso de unicidad a ellos.

Has escapado... Pero te despedazas; y mueres siendo perseguido, queriendo ser de ti meramente, eligiendo huir de las formas determinadas...

¡Me agrada ese conejo!

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